miércoles, 2 de marzo de 2016

La cena



Hace unos 8 u 9 años conocí a una chica unos años más joven que yo por internet, empezamos a charlar y nos caímos bien. Parecía una chica muy agradable y un día decidimos quedar en Santiago a cenar y tomar algo para vernos en persona. Fue una bonita noche, hablamos, nos reímos, lo pasamos bien. Xandra que así es su nombre me dio dos besos y se alejó en su coche y sin saberlo ninguno de los dos no nos volveríamos  a ver hasta esta noche pasada. Por circunstancias y dejadez no volvimos a quedar pero seguimos hablando todos estos años por Facebook, por WhatsApp. Siempre nos mantuvimos al tanto de nuestras vidas, ella se casó y tuvo un niño precioso, me alegre que le fueran bien las cosas, yo le contaba de mis andanzas por el mundo y así paso el tiempo. Hace unos años en una de nuestras conversaciones salió el tema del sexo y las relaciones, nos dimos cuenta que teníamos un gusto común por el BDSM y el morbo, el erotismo, fue interesante ver que en esas cosas pensábamos tan parecido.

 Después ella se separó y ahí siguió luchando por su niño  porque es una mujer fuerte aunque muy tierna y dulce a la vez. Hasta que el otro día hablando me invito a cenar a su casa para rememorar nuestra cena de hace tantos años y para vernos ya que llevábamos tanto tiempo sin estar juntos que era una vergüenza retrasarlo más. Acepte encantado y anoche fue esa cena que paso a relataros ahora.
Llegue puntual y timbre. Abrió Xandra, estaba aún más hermosa de lo que recordaba casi 9 años después, llevaba una falda corta y una camisa ajustada a su pecho que hacía que todas sus curvas resaltaran deliciosamente. Es una chica bajita pero muy sensual, aparte de las curvas tiene una cara preciosa de niña buena y unos ojazos grandes que cuando te miran deseas perderte en ellos. También unos tentadores labios que mire y por un instante desee saborear allí mismo.
-          Hola ¡cuánto tiempo ¿eh?- saludo ella amistosamente mientras me daba dos sonoros besos en mis mejillas sonrojadas.
-          Hola Xandra, si la verdad que demasiado tiempo, no tenemos perdón por haber tardado tanto en vernos- dije entrando en su casa  sonriendo.
La velada paso genial, entre conversaciones de nuestras vidas, hablamos de nuestros trabajos, de su hijo mientras el primer y el segundo plato volaban de la mesa y la segunda botella de vino empezaba a bajar. Justo antes del postre salió el tema del sexo, ya estábamos achispados  y nos reímos recordando nuestras conversaciones sobre ello, sus fantasías o las mías, se puso interesante el tema, ella es picarona y le gusta picar, me miraba con una sonrisilla de traviesa hasta que se levantó de la mesa y fue a la cocina a por el postre.
Cuando regreso casi me atraganto con el vino de la impresión, venia solo con los tacones, medias y liguero, un corsé ajustado que realzaba sus grandes y hermosos pechos, el pelo suelto y una sonrisa de oreja a oreja. Vi que en una mano   traía   un   antifaz y en la otra unas esposas.
-          Bueno pues espero que estés listo para el postre, ¿Qué prefieres?- dijo mirando para las esposas y el antifaz.
-          Creo que me voy a quedar con las dos opciones, de repente me siento goloso…- respondí yo sonriendo  a mi vez sorprendido por tan grata sorpresa.
Ella sabía que yo soy dominante, que me gusta mandar. Pero por esa vez decidí seguir el juego y cambiar de roles, me intrigaba su lado malo y tenía ganas de ver de lo que era capaz.
Me levanto de la silla y me puso el antifaz, caminamos hasta su habitación y empezó a besarme, nuestras lenguas jugaron y las saboree. Mis manos fueron instintivamente a su culo y lo agarre fuerte, era una delicia
.
Me saco la camisa y siguió besándome en el cuello y bajo a mis pezones que ya estaban duros y jugo con su lengua en ellos, sabía que eso me encanta por nuestras conversaciones, bajo mi pantalón y empezó a pajearme con su mano fuerte y continuo mientras seguía besándome y lamiéndome.
-          ¿te gusta así? ¿no es esto lo que querías?- decía ella mientras me mordisqueaba.
-          Si, sabes que sí. Me encanta que seas mala, me gusta sacar tu lado malo y dejes de ser una niña buena para ser una niña bien mala- respondí yo entre jadeos por culpa de la magnífica paja que me seguía haciendo.
-          Pues hoy vas a tener a la Xandra mala, toda para ti, voy a ser muy mala malosa contigo- respondió tumbándome en la cama.
Se puso encima mía y me comió la boca mientras me ponía las esposas por delante, bajo con su lengua por mi cuello, mis pezones de nuevo…y llego. Su boca absorbió mi polla con ganas, su lengua jugaba con ella, con mis huevos, subía y bajaba sobre ella, con las manos esposadas agarré su cabeza para sentir como subía y bajaba sobre mí con su boca de niña traviesa. 

Me hizo separar las piernas  más y siguió lamiendo los huevos, los comió bien, incluso llego a lamer más abajo con su lengua, uno de sus dedos jugueteó con mi ano que estaba ensalivado mientras se tragaba la polla hasta los huevos. Estaba a punto de correrme y se lo dije. Paro y me puso un condón. Se puso encima de mí y me saco el antifaz.
-          Quiero que veas como te follo- dijo ella con su cara y sus ojos brillantes por el morbo y la pasión.
-          Dios…si, follame, móntame- respondí yo.
Se la metió hasta el fondo, entro limpia en su coño mojadisimo por la excitación. Empezó a subir y bajar mientras agarraba mis manos esposadas aun y me lamia los dedos mirándome con cara de perra caliente que me volvía loco. Se sacó el corsé y sus pechos maravillosos aparecieron sobre mí, lamí, mordí, le apreté los pezones con mis manos esposadas mientras me cabalgaba, gemía sin parar. Me soltó las esposas y agarre su culo, me tenía totalmente loco, excitado al máximo.

 La ayude a subir y bajar mientras se lo azotaba con palmadas sonoras a las que ella respondía con pequeños gemidos de placer en cuanto notaba los azotes. Lo vi llegar, es lo que me mas me excita ver como una mujer se corre de placer. Y que visión, después de tantos años soñando e imaginando como seria por fin la tenía ahí, encima mía, con mi polla dura dentro y corriéndose, con los ojos medio en blanco, un hilo de saliva saliendo por su boca agarrándola del cuello mientras un gemido profundo rompía la noche, fue brutal, un orgasmo de los que  parece que te paso un elefante por encima. Cayo sobre mi pecho exhausta, sin fuerzas, pero con mi polla aun dentro de ella, dura, latiendo, palpitando.

 Nos quedamos abrazados un rato así, simplemente gozando del momento y de la compañía uno del otro, del calor de nuestros cuerpos juntos.
Después de unos instantes me toco a mí ser malo por fin. Le puse el antifaz y las esposas por detrás de su espalda y la puse de rodillas como a mí me gusta al borde de la cama. Lamí sus pechos con fuerza, la bese, baje por es espalda despacio con mi lengua, aun llevaba puesto el liguero y las medias, estaba espectacular. Abrí sus nalgas y metí mi lengua, mi boca, lamí su ano con delicadeza, baje hasta su sexo aun mojado y jugué en él, mis dedos entraban y salían de ella sin parar, gemía, su sexo ardía lo notaba en mi boca. No aguante más, cogí mi polla y la azote con ella en su coño,  una y otra vez como un látigo pegaba contra la entrada , rozaba mi polla contra ella, metía solo la punta y la sacaba... estaba como un volcán en erupción.
-¿Quieres polla? ¿Es eso lo que quieres Xandra? Vamos pídemelo…suplícamelo- decía yo golpeando su coño una y otra vez con ella dura.
- Si señor, follame, métemela, la quiero dentro ya, venga cabrón, por favor, por favor. Dame ya, soy tuya dame ya, hazme lo que quieras pero dame caña ya- gemía ella llena de excitación.
La clave de golpe a fondo. Un suspiro inundo la habitación cuando la noto tan adentro, mis huevos la golpeaban con furia, le saque el antifaz y tire de su melena hacia atrás fuerte,  seguía con las manos esposadas  y la aguantaba por su pelo en el aire mientras estaba de rodillas allí recibiendo polla y mirándose…se miraba en el espejo de enfrente, vi sus ojos de vicio, sus grandes pechos rebotando, su boca contraída por el placer en una mueca de morbo. Estaba jodidamente hermosa y sexy, jamás lo olvidare.
Azote su culo con mi mano fuerte en cada embestida  le daba un cachete, ya tenía su culo algo rojo pero le gustaba, pedía más, agarre su cuello desde atrás mientras la penetraba fuerte medio asfixiándola lo que provoco que se corriera de gusto como una perra en celo. Las babas, la saliva caía de su boca en medio del orgasmo. Su cuerpo temblaba, notaba su coño contraerse en oleadas de placer, pero seguí, segui follandomela, duro y caliente hasta que ya no pude más. Me puse delante de ella,  le abrí la boca y descargue todo sobre ella. Mi leche la inundo después de retenerla tanto y cayo por su boca hasta sus pechos llenándolos de leche caliente, los unte usando mi polla, una maravilla, una corrida que me hizo morir de placer y verla así, a mis pies, llena de mí.
Nos levantamos y le saque las esposas, nos besamos cómplices y nos fuimos a la ducha. Debajo del agua volvió a encenderse el fuego. Otra vez calientes, mojados, entre el vapor….pero esa ya es otra historia, lo que paso en la a ducha...se queda en la ducha.
Y hoy aquí después de pasar todo eso yo os lo cuento, porque cuando se vive y se siente algo tan especial con una vieja amiga siempre hay que compartirlo. Xandra la próxima cena llevo yo el postre...jeje

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